Se han caido
las horquillas del tiempo
y la melena
se libera sin rumbo
por las rendijas
de las horas
Hay humo blanco
de segundos
que se agotan
de sueño
Todo está aquí
siglos y meses
me cubren
como una manta suave
Voy descalza
por senderos antiguos
pensando en
el vientre del que procedo
nacida ahora
anciana de sombras
mil veces enredada
en esta hora
misma y breve
eterna de silencios
donde las margaritas
crecen al revés
buceando sus corolas
hacia la tierra.
Me dejo mecer
sin pausas
curvándome
en todos los sentidos
Más sabe el aire
de mí
que yo misma.