Una mirada basta
para descubrir mi sonido
Soy un trueno mudo
tapiz de rayos
desgastados
Ya no quemo
sólo me consumo
incandescente
sellando mis bordes
con jugo de cielo
del que se alimentan
los ogros y los dioses
Me he bañado sola
en el puro reflejo de los abetos
sabiendo que en otro momento
podría abrasarlos
solo con la mirada
Pero ya no
ya no quemo
buceo en mis luces
hasta tocar el fondo
allí donde las algas
son
más
azules
y se agarran al vapor
que mana
de lo que soy
de lo que quiero seguir siendo
hasta que
deje de amanecer aquí
Quizá en otro pozo
haya más luz
Nadie dice que no