Cuento con el mar
la oscura profundidad
para llegar a ti
para besarte justo
en el centro del estómago
Cuento con el frío
la soledad
las olas que me engullen
el abismo donde resides
y que cedes
generoso
para mi refugio
He vaciado mis ojos
recorriendo el horizonte
danzando en las mareas
de orillas incandescentes
y te he elegido
cetáceo oscuro
para buscar cobijo
y encontrarme
ignorando la bóveda celeste
Qué importa ya
si el mar nos cobija
o es la tierra
donde a veces nos varamos
para dejar que el sol
caliente las entrañas
y nos apague la piel
Qué importan ya
la sal o las medusas
Solo resta la arena
que nos hace olvidar
la piel al viento
desnudos de palabras
y de sombras